Es el segundo corte extraído del directo que ofrecimos el pasado 24 de junio el Estadio Metropolitano de Madrid, con motivo de la presentación de nuestro último disco: Cable a Tierra.
Para llevarlo a escena nos rodeamos de una orquesta folclórica residente: un elenco de ocho artistas procedentes de dos formaciones renovadoras de la música tradicional: la palentina El Naán y la gallega Aliboria, quienes precisamente protagonizan el inicio del videoclip marcando el ritmo de panaderas: uno de los más humildes, auténticos y esenciales de nuestra cultura.
Finisterre, es un canto a los amores imposibles, no como una elección que hacemos sino como como una fuerza irresistible y redentora que nos arrastra. Un amor imposible como el que muestra la propia música con su romance entre la experimentación contemporánea y el carácter atávico, entre la banda de rock y la orquesta de folclore ibérico que la acompaña, entre la humildad de una mesa para amasar pan que sirve como percusión y la grandiosidad de un estadio como el Metropolitano. La magia de lo improbable que se hace realidad…